Airbnb afecta especialmente a los hoteles low-cost

Hace unos días salió publicada en la Universidad Politécnica de Cartagena la noticia titulada «Airbnb afecta especialmente a los hoteles low-cost”. Uno de los aspectos más discutidos sobre la economía colaborativa se refiere a su impacto en la economía tradicional. Hay varias hipótesis al respecto, que van desde la creación de una nueva actividad económica, ampliando el mercado, hasta el desplazamiento de las actividades económicas existentes.

En el contenido de la noticia se afirma que Airbnb compite especialmente con los alojamientos de bajo coste por el tipo de servicio que se ofrece y que, en el Reino Unido, “Por cada 10% que aumenta el negocio de Airbnb, se reduce un 0,4% la facturación de la industria hotelera, que tiene un gran peso en la economía y genera mucho empleo”. Este dato contrasta, por ejemplo, con la evolución positiva del RevPar (ingreso por habitación disponible) de los hoteles en España (“España encadena 61 meses consecutivos de crecimiento del RevPar”), país donde la vivienda vacacional ha experimentado un fuerte incremento.

También se dice que “el 61% de quienes buscan alojamiento en Reino Unido comparan los precios de los hoteles y los apartamentos particulares”.

Son datos llamativos y hemos querido consultar la comunicación original para estudiarlos, ya que estas afirmaciones requieren de una metodología sofisticada y una muestra representativa. Pero no hemos sido capaces de localizar dicha comunicación.

¿Insostenible incremento de viviendas vacacionales en destinos turísticos?

En estos días se ha publicado el estudio 2016 URBANTUR Monitor de competitividad turística de los destinos urbanos españoles, elaborado por Exceltur. En este trabajo se hace referencia a alquiler vacacional en los 22 destinos urbanos más importantes. Un párrafo que incluye en el siguiente (pág. 12):

Con estas cifras, la oferta turística en viviendas en estas 22 ciudades contenida en las distintas plataformas ya supera el número de plazas hoteleras (supone el 105,8%). Se trata del resultado de un insostenible aumento del 1633,3% desde el año 2012, lo que supone un ritmo del 104,4% anual. (negritas añadidas)

Otro dice (pág. 16):

La información disponible de las principales plataformas prescriptoras y/o comercializadoras de viviendas apunta una presencia masiva en la oferta turística, resultado de una continua y desbordante incorporación de viviendas a la oferta de alojamientos turísticos en las ciudades.

La cuestión es que, como se reconoce en el mismo informe, para el cálculo de la evolución de las viviendas vacacionales se toman los datos de las siguientes plataformas: Airbnb, Homeaway, Niumba, Wimdu, Housetrip, Rentalia, Vacaciones-España, y Only apartments, sin tener en cuenta si las viviendas están presentes en varias plataformas al mismo tiempo. No disponemos de ningún dato sobre el grado en que las viviendas vacacionales se comercializan en diferentes plataformas a la vez, pero para afirmar que es un resultado insostenible o una desbordante incorporación, se debe asumir que el porcentaje que lo hace es significativamente bajo. De otra forma esta afirmación tan rotunda carecería de fundamento. Esperamos disponer en breve de algunos datos al respecto.

Investigación sobre los mitos del alquiler vacacional

La publicación “Mito y realidad del alquiler vacacional en las Islas Baleares. Análisis y recomendaciones de política turística” de los profesores de la UIB José Luis Groizard y William Nilsson analiza, en el caso de las Islas Baleares, ocho mitos habitualmente asociados a la actividad del alquiler vacacional y a su impacto. Los mitos abordados son:

  1. Generar un aumento insostenible de las pernoctaciones turísticas.
  2. Generar economía sumergida y evasión fiscal.
  3. Expulsar a los residentes de los centros urbanos (gentrificación).
  4. Encarecer el precio de la vivienda.
  5. Reducir la oferta de vivienda en alquiler a largo plazo.
  6. Destruir paisaje y favorecer la especulación en suelo rústico.
  7. Ser negocio y competir deslealmente con los hoteles.
  8. Llevarse la riqueza generada fuera de Baleares.

A partir de datos sobre número de viviendas de alquiler vacacional, cantidad de turistas, plazas alojativas, porcentajes de ocupación, ingresos por alquiler de vivienda,  distribución territorial de la oferta, número de viviendas por anfitrión, evolución de la población, etc., los autores, mayoritariamente, desmontan los ocho mitos estudiados. De manera muy resumida, los autores consideran que, en el caso de las islas Baleares, ser anfitrión mediante la opción de la vivienda vacacional contribuye a ensanchar el mercado turístico y a una distribución más equilibrada de sus rentas. Finalizan con una crítica al proyecto de Ley Turística de Baleares, aprobado recientemente, en lo referido a la regulación de la vivienda vacacional.

Adiós Trip4real, hola Experiencias de Airbnb

24 de febrero de 2017

Por Santiago Melián González y Jacques Bulchand Gidumal

En estos momentos es probable que una buena parte de los seguidores de la economía colaborativa sepan que Airbnb compró Trip4real. Trip4real era una plataforma de origen español, centrada en experiencias turísticas, que operaba en los principales destinos turísticos y ciudades de España (más de 50), y también en importantes ciudades de Europa. En la plataforma, los “guías” (así los llamaba Trip4real) ofrecían, principalmente, diferentes tipos de rutas turísticas, experiencias gastronómicas, talleres, actividades deportivas, y excursiones por la naturaleza.

En el congreso de AECIT (Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo) de noviembre de 2016, presentamos un trabajo sobre la actividad en esta plataforma denominado «Análisis de la actividad desarrollada en el turismo colaborativo: el caso Trip4real«.

Durante algún tiempo, Trip4real siguió estando disponible. Pero como quizás fuera de esperar, ya no lo está. Ahora, al acceder a Trip4real lo que aparece es lo siguiente:

 

Y al pulsar en Descubre más nos envía a “Experiencias de Airbnb”

 

Nos encontramos ante una forma diferente de organizar y encontrar las experiencias turísticas. El concepto sigue siendo el característico de la economía colaborativa: individuos directamente acordando las características de un servicio mediante una plataforma. El formato sí ha cambiado, desde el nombre de la actividad más frecuente en la antigua plataforma (ahora las antiguas “rutas” probablemente encajarían en la mayoría de los casos en “historia”) hasta el soporte en el que se acuerdan las experiencias (app en vez de página web). En cualquier caso, esperamos que el turismo colaborativo de experiencias continúe siendo una oportunidad para todos los implicados: proveedores, turistas y destinos turísticos.

 

Por nuestra parte, tan solo aprovechar este post para desearles todo lo mejor al equipo de Trip4real en esta nueva aventura.

Actualización (martes, 28 de febrero de 2017). Airbnb ha anunciado el lanzamiento de Trips en Barcelona, la primera ciudad española a la que seguirán otras ciudades durante 2017. El lanzamiento en España de Trips está liderado por Gloria Molins. Trips es la plataforma de Airbnb dentro de la cual se incluyen Experiencias y Lugares.

Impacto esperado e impacto confirmado de la economía colaborativa

31 de enero de 2017

Por Jacques Bulchand Gidumal y Santiago Melián González

Hace unos días, durante una entrevista para un medio escrito nos preguntaban si realmente creíamos que la economía colaborativa tenía la capacidad de transformar las relaciones en la sociedad, tal y como predice, entre otros, Rifkin.

Es complicado, en este momento, a principios de 2017, ser capaces de prever en qué medida la economía colaborativa acabará transformando la sociedad, la forma en que nos relacionamos, la manera en que consumimos o si acabaremos prefiriendo alquilar coches a poseerlos.
Parece meridianamente claro que la economía colaborativa tendrá un impacto significativo en la sociedad, en las relaciones entre las personas y, por tanto, en la forma en que funciona la economía. Lo que quizás es más complicado de predecir es en qué medida generará este impacto (¿la economía colaborativa será responsable del 5% o del 75% del total de la economía?) y cuándo ocurrirá esta transformación (2020 o 2035).

Entre los muchos informes e intentos de predecir el futuro, probablemente el más citado sea el estudio de PwC, que menciona un impacto de la sharing economy (el término más popular en lengua inglesa y cuya equivalencia, al menos a nivel de uso, es similar a lo que en castellano denominamos como economía colaborativa) en 2025 de 335 mil millones de dólares.

Como suele ocurrir con todas las predicciones, solo el tiempo las confirmará. Pero algunas noticias que han aparecido recientemente y que hacen referencia a cuestiones que ya están pasando, pueden ayudarnos a entender que el ritmo de transformación social es mayor y más directamente “visible” a corto plazo de lo que cabría esperar:

En definitiva, en base a las cifras de usuarios ya era evidente que la economía colaborativa ha llegado para quedarse. Ahora también empezamos a tener claro, con datos medibles, que su impacto no va a ser, ni mucho menos, banal.

(Foto de Moyan Brenn en Flickr)