Airbnb afecta especialmente a los hoteles low-cost

Hace unos días salió publicada en la Universidad Politécnica de Cartagena la noticia titulada «Airbnb afecta especialmente a los hoteles low-cost”. Uno de los aspectos más discutidos sobre la economía colaborativa se refiere a su impacto en la economía tradicional. Hay varias hipótesis al respecto, que van desde la creación de una nueva actividad económica, ampliando el mercado, hasta el desplazamiento de las actividades económicas existentes.

En el contenido de la noticia se afirma que Airbnb compite especialmente con los alojamientos de bajo coste por el tipo de servicio que se ofrece y que, en el Reino Unido, “Por cada 10% que aumenta el negocio de Airbnb, se reduce un 0,4% la facturación de la industria hotelera, que tiene un gran peso en la economía y genera mucho empleo”. Este dato contrasta, por ejemplo, con la evolución positiva del RevPar (ingreso por habitación disponible) de los hoteles en España (“España encadena 61 meses consecutivos de crecimiento del RevPar”), país donde la vivienda vacacional ha experimentado un fuerte incremento.

También se dice que “el 61% de quienes buscan alojamiento en Reino Unido comparan los precios de los hoteles y los apartamentos particulares”.

Son datos llamativos y hemos querido consultar la comunicación original para estudiarlos, ya que estas afirmaciones requieren de una metodología sofisticada y una muestra representativa. Pero no hemos sido capaces de localizar dicha comunicación.