El rol del residente temporal en el turismo colaborativo

Calle de Copenhague

4 de octubre de 2017

Por Jacques Bulchand Gidumal y Santiago Melián González

Mientras un amplio número de los destinos turísticos andan decidiendo qué hacer con el alquiler vacacional, si es algo que es una gran oportunidad o algo que merece ser extirpado antes de que cause un daño sin precedentes al poco innovativo, en líneas generales, sector turístico, la ciudad de Copenhague ha dado un interesante paso en el sentido que consideramos apropiado.

En vez demonizar al turista como destructor del medio ambiente y las configuraciones urbanas, ha decidido ofertarle en su plan estratégico turístico el estatus de «residente temporal«. Se acabaron los turistas y los residentes. Se acabó el concepto de los guetos de las ciudades turísticas en las que no debe haber residentes y de las cuales no deben salir, más que a alguna excursión puntual, los turistas. Vía libre a la coexistencia entre residentes-permanentes y residentes-temporales. Sean residentes temporales por motivos de ocio (el turista de toda la vida) o sean residentes temporales por motivos laborales (nómadas digitales, empleados temporales, trabajadores, etc.).

Tampoco tiremos las campanas al vuelo. Por ahora es solo una denominación cuyo objetivo principal es cambiar la forma de pensar de los residentes, haciéndolos más acogedores hacia los visitantes. Pero parece una iniciativa interesante que esperamos que vaya acompañada de acciones tendentes a mejorar los procesos de coexistencia espacio-temporal.